agosto 2010


Toda reflexión espiritual es el comienzo de un largo camino, en ocasiones, este camino nos llevara a una montaña muy alta, desde donde veremos otros destinos, pero de alguna manera, todos se relacionaran entre si. En otras ocasiones, el camino se estrechara y parecerá llevarnos a lugares de oscuridad y confusión, pero si nos mantenemos diligentes y firmes, iremos también obteniendo pequeñas luces que se convertirán luego en una antorcha que disipara la oscuridad y las dudas, y luego también encontraremos caminos de claridad, como un día luminoso.  

Con el tiempo llegaremos a entender que toda reflexión espiritual es siempre como mirar las estrellas, hay siempre más y más verdades luminosas y aunque parezcan lejanas, ya las estamos viendo y poco a poco, las iremos entendiendo. 

Es la reflexión, un caminar sin desesperación, apuros o presiones, no queremos engañarnos o confundirnos sino mas bien cultivar la reflexión como un arte. Quizás podríamos compararlo con el escuchar una música que nos deleite y que parece maravillosa. No pretendamos que una reflexión termine o concluya como una puerta cerrada, sIno mas bien como un horizonte vasto, generoso, lleno de coloridos, de armonía y ciertamente estamos profundizando, entendiendo, pero sin que la conclusión sea un limite sino mas bien, una medida que alcance a descubrir las maravillosas verdades que Dios ha dispuesto para nuestro desarrollo. 

La reflexión nos hará sobrios y humildes, objetivos, sinceros y cada vez mas ciertos en el propósito de conocer la Voluntad de Dios.

 

Pintura y Escrito:

Oscar Basurto Carbonell

 

En una semilla se contiene todos los árboles del mundo . En una semilla se contiene el orden de la naturaleza. De la misma manera en el camino de la  vida vamos expresando lo que internamente se halla contenido como las experiencias primordiales en el principio de la vida. Ya que éstas últimas se conformaran como la memoria inteligente y además espiritual del hombre.

Todo siempre regresará al origen y al niño interno. Es como la orilla de la playa , la ola regresará una y otra vez.

Y esta metáfora nos enseña :

Que toda expresión es siempre el resultado de una vivencia interna .

Por ello la conciliación y conocimiento de nuestro mundo interno ,nos permite y asegura una vida creativa y equilibrada .

Nada puede estar jamás lejos del fundamento del hombre. Y es que el arte de la felicidad se encuentra en la alegría del niño interno.

Pintura y Escrito:

Oscar Basurto Carbonell

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